Evidencias arqueológicas de actividades artesanales en las pequeñas ciudades del Garb al-Andalus (siglos XII-XIII). Propuestas de evolución e integración en las dinámicas urbanas

Abstract

La investigación desarrollada sobre el Garb al-Andalus no ha prestado especial atención a las actividades artesanales. Las escasas fuentes escritas publicadas que se refieren al territorio no han sido exploradas buscando elucidar este tema y la arqueología, aunque ha puesto al descubierto varios contextos artesanales y muchos objetos que podremos relacionar con esta actividad, no ha emprendido la tarea de sistematizar de forma metódica esa información. Esta es una tarea que requiere una dedicación más allá de nuestras posibilidades actuales de tiempo y espacio, y deberá ser objeto de un trabajo académico de gran envergadura. Por eso, en estas páginas apenas nos proponemos hilvanar algunas ideas de cómo podrá estructurarse ese ensayo de sistematización con el ejemplo de algunas actividades. Creemos que la contribución de la arqueología para este tema debe siempre partir de las evidencias organizadas conforme cuatro criterios: materias primas, estructuras, utensilios y productos. Se trata, por lo tanto, de elementos del proceso de producción o cadena operativa, la chaine opérative, es decir los ciclos productivos entendidos como la secuencia de operaciones que permiten transformar una materia en un producto. Ahora quedan fuera, intencionadamente, los siguientes pasos: distribución, comercialización, consumo, reutilización y descarte. Las materias primas deben contemplar su origen y relación con los recursos del territorio, las técnicas de extracción, la transformación primaria y la producción de materias semitransformadas y su distribución y comercialización. Además de las materias primas, no deben ser olvidadas las fuentes de energía necesarias para las diversas actividades artesanales, como es el caso, por ejemplo, de los combustibles para hornos y forjas, o la energía del viento e hidráulica para molinos y batanes. Las estructuras se podrán estudiar en varias escalas: sus características intrínsecas, las tecnologías que permiten albergar y sus aspectos funcionales, la escala de la producción que soportan y su relación con los espacios en los que se insertan (domésticos o artesanales y su distribución espacial dentro de la topografía urbana). Los utensilios tendrán que contemplar sus características morfológicas, técnicas y funcionales, su grado de especialización y precisión, la tecnología que permiten desarrollar y sus aspectos apotropaicos. Relativamente a los productos, esta es la evidencia más abundante en muchos casos y, en ocasiones, la única. Normalmente, suele proporcionar poca información sobre el funcionamiento de la actividad que las produjo, pero la arqueometría puede incrementar fuertemente esa información y podrá ser determinante para el avance del conocimiento de este tema en un futuro. A continuación, apenas introduciremos algunos ejemplos. Dejaremos de lado las actividades primarias (agricultura, pesca y extracción de materias primas), por eso daremos poca atención al primer tipo de evidencia de que hablábamos anteriormente, las materias primas de cada una de las actividades. Alertamos igualmente de que el panorama general que presentamos también se encuentra incompleto porque está centrado, sobre todo, en la producción artesanal del sudoeste peninsular, con destaque para los hallazgos de Mértola, especialmente los de época almohade, y sólo ocasionalmente contemplamos la de otros territorios del Garb.