ASPECTOS FUNDAMENTALES DE LA SIEMBRA DIRECTA

Abstract

Se ponen de manifiesto los aspectos fundamentales de la siembra directa a través de las alteraciones registradas en una explotación agropecuaria del Sur de Portugal después de la adopción de la práctica de la agricultura de conservación y de los principios conservacionistas del uso del suelo. La explotación se sitúa sobre “Luvisols”, con una mala estructura, una mala drenaje interna y aún perjudicados por el sistema de movilización convencional utilizado hasta 2002.

En esas condiciones, la excesiva y repetida movilización del suelo ha provocado con el tiempo, una reducción en su contenido de materia orgánica (taja de mineralización superior a la taja de reposición). En agricultura convencional el echo del suelo permanecer total o parcialmente desnudo (incorporación o quema de residuos) lo deja expuesto a la erosión hídrica y eólica con un saldo negativo entre perdidas y su regeneración. Así, hubo una considerable perdida, de nutrientes y materia orgánica, que ha llevado a lo largo de los tiempos a una disminución en las productividades de las culturas. Además, la excesiva y repetida movilización del suelo, ha dañado su estructura y lo ha dejado más sensible a los cambios de temperatura lo que perjudica el desarrollo de das raíces, la flora la fauna y los contenidos en humedad del suelo. En resumen, los efectos negativos de la excesiva preparación del suelo sobre la materia orgánica, la erosión, la estructura, temperatura, humedad, infiltración del agua, flora y fauna y perdida de nutrientes, ha permitido la degradación física, química y biológica del suelo, con la disminución de su fertilidad, rendimientos decrecientes en las culturas, y el empobrecimiento del sistema. Por otro lado y desde el punto de vista ambiental tales prácticas, al provocar la emisión de una gran cantidad de gases para la atmósfera y con la erosión hídrica a arrastrar las partículas del suelo y los productos resultantes de la degradación de los abonos, herbicidas y pesticidas, perjudican la calidad del aire y de el agua. La conclusión sobre la insostenibilidad del sistema no solamente desde el punto de vista agronómico pero también económico (elevados costos en maquinaria y combustible y mano de obra), ambiental y social nos ha conducido hacia la agricultura de conservación y al uso sostenible del suelo.

Se intenta la recuperación de la fertilidad de estos suelos degradados y perjudicados en su estructura a través de la agricultura de conservación, adoptando las practicas fundamentales para el sistema como la siembra directa, la manutención de residuos y la rotación de cultivos, además de otros principios y practicas accesorias (control integrado de malezas, utilización de tractores leves y aplicación de rodados duplos traseros en los mismos, ordenamiento del pastoreo, etc.).

Después de los dos primeros años en agricultura de conservación y siembra directa se han empezado a notar las primeras señales de mejora en las condiciones físicas, químicas e biológicas del suelo. Los suelos en siembra directa han evidenciado los primeros síntomas de vida particularmente a través de la presencia y del trabajo de las lombrices. Se ha iniciado el establecimiento de una porosidad biológica y la reestructuración del suelo con uno significativo aumento del volumen de suelo explotado por las raíces. Como resultado de estos cambios la taja de infiltración del agua ha mejorado significativamente lo que ha aumentado la oportunidad para la instalación de las culturas y sobretodo la posibilidad del cumplimiento de su itinerario técnico (aplicación de herbicidas, abonado, etc.) lo que en agricultura convencional era un problema en estos solos con una mala estructura y perjudicados por las movilizaciones excesivas y repetidas.

Con el número de años en siembra directa y agricultura de conservación y el aumento del contenido en materia orgánica, la populación de lombrices ha aumentado drásticamente formando una amplia rede de canales a través de los cuales circula el agua y el aire y crecen libremente las raíces. Esta acción conjunta de las raíces y de las lombrices ha mejorado la estructura la cual con el aumento del contenido en materia orgánica se vuelve más estable. Es la rehabilitación del suelo.

La sostenibilidad económica se asegura por una reducción significativa de los costes de producción (constitución del parque de maquinaria, manutención y reparación de tractores e equipamiento de movilización del suelo, combustibles y lubrificantes y mano de obra) aunque se espera en un futuro no muy lejano que la mejora de las condiciones químicas, físicas y biológicas del suelo permita una reducción en los insumos. El secuestro de carbono, la reducción en la emisión de gases para la atmósfera y la reducción de la erosión, que van asociados al sistema juntamente con las ventajes agronómicas tienen un impacto ambiental positivo y son un garante de sostenibilidad hacia el futuro.

Así, también yo estoy perfectamente convicto que la agricultura de conservación y la siembra directa no san una moda o una practica transitoria pero si un sistema de producción con una creciente implantación debido a sus evidentes ventajes (agronomicas, económicas sociales y ambientales).